El mobiliario es rico y elegante: verde malaquita el central: blanco el dormitorio izquierdo, y caoba el de la derecha; los aparatos de luz, de cristal del mejor gusto; tocadores, escritorios, juegos de armarios de lunas con coquetonas mesitas y sillas.
Esto en cuanto se refiere a la parte anterior. La posterior es un gran pasillo central con cuartos a sus lados: todos tienen su balcón correspondiente, cama armario espejo, mesillas de noche, otra mesita escritorio, sus butaquitas, taburete y tijera para la colocación del baúl; un lavabo de porcelana servida de agua fría y caliente, con hermosa luna espejo biselado, un bidet y doble servicio de luz eléctrica, no faltando los timbres, etc.
Y lástima no hallan llegado los relojes eléctrico de que se dotarán los cuartos, que servirán de despertador por un sistema ingeniosísimo.
En la parte baja se halla la cocina; lo más grandioso del Hotel: despejada y aireada, es de lo mejor que se ha hecho, no ya en España, sino en el extranjero. Todos los servicios están atendidos sin faltar detalle y sin que pueda pedir nada el más exigente.
A un lado están los sitios destinados a fregaderas: en unos se friega y en otro la batería de cocina.Tiene sus máquinas refrigeradoras como es natural.
Pero donde hay un lujo sin calificativos es en el servicio del café: una máquina automática de níquel lo hace y conserva, siendo la de la leche muy original y limpia.
El cuarto de la plancha con sus armarios es, sencillamente, un modelo. Toda la casa tiene calefacción completa, con un sin fin de radiadores. Tiene doble conducción de agua de dos pozos para el servicio del Hotel y otra para la mesa y unos especiales del Iregua, claro que debidamente filtrada
En cuanto a detalles de lujo y buen gusto no puede pedirse nada. La escalera de honor está ricamente alfombrada, todos los pasillos llevan una tira de linoleum, y las habitaciones y alcobas de la parte central del piso primero están alfombradas en toda su extensión.
El Hotel, en el que pueden alojarse doscientas personas, tiene una gran cantidad de luz natural que le da mucha alegría. Se da el caso de que no hay una habitación interior, circunstancia que por sí sola, acredita un establecimiento de su clase.
El arte culinario está a cargo de un gran jefe de Madrid y tres auxiliares y la cocina es capaz de servir a 500 personas. En las hermosas bodegas con que cuenta el Hotel se guarda toda clase de vinos y licores nacionales y extranjeros.
La servidumbre de camareros está a cargo de un "maitre d'Hotel" y además hay un sin fin de doncellas para el servicio de limpieza etc.
Aparte de todo lo ya enumerado, los preciosos jardines que circundan el edificio están dispuestos para comer en ellos al aire libre.
A la llegada de los trenes estará en la estación un automóvil del Hotel, para el servicio de viajero, y en la casa habrá también automóvil para servicios particulares.
Desde mañana, a las ocho de la mañana, empezará el Gran Hotel su vida que deseamos sea tan próspera como merece el esfuerzo hecho, y está noche, a las ocho, se verificara a inauguración con un espléndido banquete al que están invitadas las autoridades, Prensa y distinguidas personalidades." LA RIOJA / MCDE Agosto 1914.
La inauguración del Grand Hotel de Logroño fue una de las primeras iniciativas de Esteban y Tronconiz como propietarios y directores de hotel. Dos años después reformarían el establecimiento familiar de Alberto Trocóniz de Miranda de Ebro y en diciembre de 1929, como indica el reverso de una postal del hotel de Logroño, inauguraron el Gran Hotel de Salamanca.